Nuestro empate (1-1) y la combinación de resultados de la jornada nos permiten lograr la permanencia en la categoría.
Se vestía de gala el Cerro para afrontar su último baile de la temporada. Conscientes de lo mucho que había en juego, el tempranero gol de Chuma no silenciará a una afición que comandaba el alma y el juego de los majariegos. Los minutos en el primer tramo del encuentro transcurrían con una evolución positiva del Rayo Majadahonda, dominando la posesión y firmando acercamientos constantes. De Iriondo finalizaba nuestra primera ocasión de peligro, mientras que Néstor Albiach rozaba el tanto del empate cazando un balón muerto en el área.
Félix Ofoli de cabeza rozaba las tablas rematando un saque de esquina, mientras que una triple ocasión entre David Rodríguez y Néstor Albiach no finalizaba con gol de milagro. Superada la media hora de juego, Mario García se ánimo en ataque, aunque Palomares realizaba una meritoria parada ante Néstor Albiach. Persistíamos en el apartado ofensivo, y nuestra labor se veía recompensada en el último minuto previo al descanso, cuando Rubi culminada en la escuadra un contraataque y desatando la locura entre los rayistas, logrando así el ansiado empate.
Tras el paso por los vestuarios, la AD Mérida protagonizaba las dos primeras llegadas de la segunda parte. El guion del juego favorecía al Rayo Majadahonda, que controlaba las pulsaciones y sabía marcar la pauta necesaria. Apretarían los visitantes en ataque con la aproximación del tramo final, aunque un excelente Lucho García bajo palos fortificaba la portería. La afición, incansable y vital hoy, aportaba esa energía necesaria a nuestros jugadores. Finalmente, la unión entre afición y equipo a lo largo de los 90 minutos hace valer una meritoria permanencia en la 1ª RFEF.
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